Comemos recuerdos y sensaciones, y creamos con ellos, una mitología personal, que convoca los sentidos, cada una de las frutas y verduras que la naturaleza nos ofrece tiene su propia personalidad: Diferentes colores, formas, texturas, aromas y sabor. Generalmente nuestro aprecio por ellas es por su sabor, su aroma y los nutrientes que nos aportan,