Este sorprendente espectáculo nos hace una invitación a viajar, soñar, jugar donde los sueños de la infancia vuelven a surgir y sacuden los principios racionales que guían nuestra vida moderna y rutinaria.
Comienza el viaje cruzando paisajes virtuales, en el que aparecen líneas, puntos, objetos digitales proyectados sobre unas superficies planas y estos recrean unos espacios poéticos que nos transportan a un mundo onírico en el que interactúan los bailarines. Está tan logrado que parece hasta real. Estos espacios están llenos de imágenes, sonidos y movimientos que se unen para hacer un espectáculo de gran belleza visual el cual ha cautivado al público.