Le casine en el casino de Provital Barcelona

¡Cuando Marca Condal tiene un plan, nos liamos la manta a la cabeza y nos liamos a tiros… ¡Pum!, ¡Pum!, Pum! Esta vez en las faldas de “Le Casino Provital”, que sin comerlo ni beberlo… o más bien, que comiendo y bebiendo, en la representación de la ley seca, de los años 20, nos la jugamos todo a la ruleta de la fortuna,  pero eso sí, nos divertimos… ¡Y mucho!

Un portero elegante, pero atemorizador nos esperaba a la llegada, revisando cuidadosamente a los visitantes, nos condujo hasta la entrada de u sótano clandestino, allí dónde fluye la magia, y aveces también la sangre…El fotomatón… más matón que nunca… no daba abasto, retratos de bellas clandestinas, y de peligrosos gánsters… con fondos acordes a la réplica el Chicago de los años veinte. Un lugar de crimen, rebeldía, juego y el vicio… Pero del bueno.

En esta ocasión el público muy acorde con la fiesta inspirada en “Gastby”, no solo porque los ataviamos con 👒🎩 sombreros y plumas sino porque tenían mucho dinero escondido bajo la manga, o dentro del guante… Todos nuestros insurrectos contaban con billetes algo diferentes, billetes con la marca del capo principal “Provital” muy conocido no solo en Barcelona, también en Francia, México y Polonia … Dinero que una cabaretera de bajos fondos repartía, como si ellos mismos lo fabricasen y que parecía canjearse por mucho valor en el mercado mundial… (no sabemos a cambio de que)…

La misma cabaretera que resultó ser el capricho del Al capone, el más poderoso mafioso de la ciudad…. y que no tardo, en dar un concierto de tiros, cuando el conocido Portero Mago… se percató de que su chica… ¡“Estaba a punto de desaparecer” con otro! Aunque la guerra no fue a mayores, el honor se puso en juego y como siempre Al capone hizo black jack de tiros…“O podríamos decir…. bala jack”… 🤷🏻‍♀️  Después de un par de canciones, todo se calmó y pudo continuar la juerga…Así empezaron las cosas y muy mal no podía acabar…

Un grupo de músicos de swing de la época cantaba canciones, que apenas puedo recordar, pero con un ritmo pegadizo que incitaban a bailar todo el tiempo, con cierto aire descontrolado … Bailo todo el mundo sin poder parar,  los crupieres  no podían dejar las mesas de juego ni un segundo a solas porque las trampas y las tretas aumentaban conforme aumentaban las deudas y la bebida. Ruletas y black jack teníamos como banda sonora.

Esa noche regalaron hasta maletas de juego a ciertos empleados, sin asuntos turbios con magnífica reputación o con gran intuición en los juegos de “azar”. No podíamos creer como la diversión que corría como la pólvora en aquel sótano abandonado, podía volverse peligrosa en cualquier momento, sin embargo todo fluyo como la seda.

Aun que, quizás más tarde… porque la fiesta no quedo ahí… Después de la clausura…¿Quizás grupo de jazz, las chicas y la mafia secuestrarían algún local deshabitado para continuar la fiesta clandestina?

Nuestros productos:

Related Works